miércoles, 3 de diciembre de 2008

Amor creciente, Amor ardiente, AMOR



La tarde se hizo noche y me tenia que ir. Tomé mis cosas como cualquier dia de mi vida sin saberte existente, sin conciencia de la magnitud de los hechos venideros.
Pené durante años el amor ingrato que no llegaba. Sufriendo el lagrimeo de mi corazón en el fondo de mi pecho que se mentia a si mismo con solo ocacionales pasiones. Te necesitaba.
Este corazon. Ávido de amor real y sincero, no percibía lo que casi instantaneamente le produjo al ver tus cabellos rojizos y tus rizos desbocados. No pudo darse cuenta en ese instante que sí era posible todo lo que soñaba!
De espaldas me ignorabas, me puse pues a tu lado intentando me conozcas o al menos me percibas cerca tuyo. Los vanos intentos de esa tarde de estudio no hicieron mas que continuar con la ebullicion de mis tristezas sentimentales.
La ocacion del reencuentro estaría casi a la vuelta de la esquina sin la mas mínima oportunidad de presumir que esto podía ocurrir. Quizas mis penas e intentos por que mis compañeras de estudio de masajes no imaginenen que me habia inscripto en tal carrera para poder tocarlas, verlas o sentirlas, obstruian en ese entonces mi capacidad de hombre de enamorarte. De atraerte. De siquiera imaginarte romanticamente junto a mi ya que actuaba de una manera que no era la mía.

Nuevamente, en el final del año, hubo una gran oportunidad de encontrarte. Ya alucinado con el poder de tus curvas, volver a verte en tal paraiso de hierbas, agua, calor y paz fue como sentirme en un eden que nunca jamas imagine. El amor germino lentamente desde ese día, aunque ninguno de los dos creo que lo hayamos percibido siendo que nuestra coneccion alli fue la risotada tuya por una desgracia deportiva de un amor mio hacia un club, y mi venganza posterior al arrojarte junto a otros a una hermosa y redonda piscina.
Al sol, tu blanca y sedosa piel, fue mi elixir durante esa primera mañana. Tu ropa apenas cubria la perfecta circunferencia de tus gluteos. Que no podian ser mas de mi agrado de lo que eran. Intenté no mirarte aunque no logré que no te dieras cuenta. Intenté tanto no vacilar en mis palabras que creo que ni siquiera las dije. Y dejé pasar otra oportunida mas. Que vos solita generaste nuevamente con esas burlas hacia mi!! Y que yo solito volvi a llamar tu atencion con mi dulce venganza!!

El tiempo pasó. Las tan ansiadas vacaciones ocurrieron. Y nosotros perdimos rastros. Cierto es que el destino quiso cruzarnos antes una ultima vez, una noche, deliciosa noche ya por verte. Mi alegria fue tal que forjo en mi rostro tal sonrisa incontenible que mi mente cayo en la tentacion, ahora si, de pedirte un telefono.

Trascurridos los dias, las vacaciones, los meses, se dieron nuevamente las chances de verte. Me llamaste un dia. Sí, primero vos. Mi temor ante un nuevo rechazo de alguien que, no sabia bien por que con tan poco contacto entre nosotros, me importaba tanto, obró en mi contra y si no lo hacias vos, no si si yo te hubiese llamado.
Más tarde, volví a hacerlo prometiendo un encuento que finalmente no impulse como debería.
Una tarde de sol, me invitaste vos a lo que te habia invitado yo en su momento. Por lo que sin dudarlo y rompiendo el compromiso que tenia con un amigo, Sali corriendo.
Conversamos, te miraba, no entendía que me ocurria pero mi corazon latía velozmente. Mi mirada se clavaba en vos, hipnotizado por tu belleza que en caudal era tanta que me inundaba la vista de placer.
Esa fue una noche corta, mas larga de lo que debería ya que no podía irme aunque era mi deber por un acuerdo con amgos de jugar un partido de futbol, que esa noche ya poco importaba.

Otra vez, otra noche, pero en esta ocacion por un llamado mío, un sábado a la noche volvi a verte. A mirarte. A admirarte.
Otra vez, mis ojos hechizados por cada milimetro de tu asombrosa belleza, no reprimian el sentimiento de atraccion hacia vos y vislumbraron un futuro prometedor. El dialogo me enamoraba a cada palabra.
Mis labios se sentian como imantados y volaban inquietos hacia los tuyos. Sino fuese por mi mente titubeante, mi cuerpo habria seguido ese instinto esa misma noche, en la que ya de dia, me despediste con un mensaje muy claro de aceptacion.

El fuego arribo al fin unos dias despues. donde derritiendome de alegria y calor nos juntamos, nos miramos, nos hablamos y finalmente, despues de mucha seduccion mutua, tambien nos besamos con fuerzas frente a la mesa de pool que atestiguo tal encuentro. Mis ganas rebozaban hacía un buen tiempo. Mi sangre corria con fuerza elaborando temperaturas altisimas en mi. Te miraba comunicandote con los ojos que este principio de algo no sería el principio de cualquier cosa aunque vos asi lo advirtieras en su momento. Yo no estaba ahi para un pasatiempo, sino para intentar convertirme en tu hombre. En el hombre que quiere sentir de una mujer lo que la mujer que tenia enfrente me estaba causando.
Cierto y muy bueno fue que hayan pasado dias y encuentros varios hasta que por fin nuestros temperaturas se juntaron candentes para confirmar esa sospecha mía de que si me juntaba con vos me iba a quemar. Mi traje puesto de gala desde el principio no es precisamente un tempano de hielo con forma de smoking. Sino que se recubre de amianto porque ama soportar hipertermias como la nuestra, con la que mucha otra gente arderia y hasta no soportaria la quemazón.
Felizmente eso me atrajo de vos muchisimo. Dejamos pasar oportunidades, roces mediantes, manos inquietas, lenguas impudicas y labios irrespetuosos. Dejamos pasar miradas deseosas y pensamientos fantaseosos. Nos apretamos, nos abrazamos, nos tocamos, nos mojamos, nos calentamos. nos subimos, nos bajamos, nos hablamos, nos estremecimos, nos sonrojamos. Fuimos incredulos de tanto fuego y de golpe un dia no nos aguantamos. Recuerdo ese sofa, incomodo, inclinado, inseguro. recuerdo mi boca, mis labios mi lengua, saborearte de un extremo al otro, intruduciendose imparable donde se volvio ademas indomable. Incansable, incontenible, inagotable.
Tu intimidad se volvio mia y te vi encurvarte de placer y hasta sorpresa.y por supuesto que me sorprendi yo mismo, poque se estaba dando algo que yo quise desde el primer dia, que era mostrarte cuanto podia amarte, aunque sea una noche, aunque sea esa noche. aunque intentaria esa noche que fuese tan solo la primera, de muchas otras tantas, cientas, miles. ojalá no?
Vos te convertiste en la mujer mas deseada del mundo de un instante al otro. Sí, del día en que te crucé en el curso, del día en que te conocí. desde el dia en que menos imagine en mi vida!!
Apareciste vos, y como te dije, te necesitaba tanto!! Amor.
Amor naciente, amor creciente, amor ardiente!!

1 comentario:

Massage

Massage