miércoles, 7 de agosto de 2024
Cuarteto del roce
Noche de verano, tugurio palermitano bailable a pura cumbia, salsa, merengue y latinos varios. Mi amiga y yo bailábamos un tanto manchados de alcoholes, pero quien no? Si el clima invitaba. Ambos amamos bailar y disfrutar de la música. Rozar otros cuerpos y compartir miradas. La noche avanzaba y su pollera ampliaba volumen por la inercia de tanto giro y voltereta. Mi camisa blanca, desabrochada y desalineada ya no respetaba estética.Ambos habíamos pasado por más de 4 o 5 bailarines y bailarinas ocasionales, algún pisotón a carcajadas y hasta algún codazo accidental cuando la altura del giro era mal calculado. Pero, promediando la noche, cualquier accidente no era motivo de enojo sino más bien de risa y burla bien intencionada.
Con el correr de los minutos y los tragos, ella se enfocó en el baile con un rubio alto y flaco que contrastaba con su deliciosa piel canela.
Esto provocó que me quede bailando sólo, algo que no me molesta. Cerrar los ojos y dejarme llevar entre un mar de personas con ansias de divertirse y pasarla bien es uno de esos placeres que te regala la vida, si sabes apreciarlos. Recuerdo un tema de “Banda XXI” que nos excitó a todos y a todas. En el buen sentido. Algún grito de un grupo femenino que superó el alto volumen de la música demostró la algarabía de la gente y mi amiga volvió corriendo a bailar conmigo. Las manos tomadas, la cintura de ella para un lado y la mía para el otro dieron comienzo a una hermosa y peculiar situación.
Atrás mío, cobró protagonismo una mujer que no dejó de sorprenderme desde ese momento y hasta cruzar la puerta de salida. Su cola rozaba y frotaba contra la mía. Cada giro en que quedaba de frente a ella, la veía mirándome. Y si la veía, es porque yo también la miraba. No?
Ese roce, de una de mis zonas 3rógenas más sensibles, fue despertando en mí la curiosidad. Lo hacía adrede? Debía hacer una interpretación de ese roce fortuito? Y si creo una cosa pero es otra?
Pasaron un par de temas de la misma tónica (recuerdo JARABE DE PALO, MARK ANTONY, ELVIS CRESPO, RODRIGO, algún reggaetón) y el roce cambio a choque. Tanto que podía sentir su piel en la mía. Ah claro, faltó contar que además de una camisa yo llevaba un pantalón color crema muy delgado. Como de vestir veraniego. Y ella?
Sinceramente no era mi tipo. Me gustan más las morochas, y ella era tirando a rubia. Prefiero tez morena y su piel parecía de porcelana blanca. Me atraen mas los senos pequeños a medianos, y ella poseía unos atributos desmesurados. Pero tenía una sonrisa, unas curvas, unas piernas increibles adornadas alla abajo con unos zapatos de taco aguja que ni idea como se mantenía en pie…!!!
Tenía una carita tan deliciosamente hermosa que nada detuvo la atracción. Me miraba y sonreía con sus dientes blancos de comisura a comisura y de nuevo se ponía de espaldas. Yo giraba y ella posaba sus pomposos cachetes sobre los míos.
Mi amiga lo notó. Tanto lo notó que se fue a comprar una cerveza y me dejó sólo ahí, chocando glúteos con esta hermosa, intrépida y atrevida mujer.
Volví a girar, me puse de frente, ella dejó de mirar a sus amigas y nos quedamos cara a cara bailando, observándonos, seduciéndonos. Y qué linda es una mujer cuando seduce!!! No sé de mí, no sé cómo seré seduciendo ni si asumo una actitud que no logro percibir. Solo sé que en algún momento mandamos todo al Congo y nuestras manos por fin se unieron. La tome de la cintura, sentí su piel, ella la mía y en cada giro me acariciaba la cadera. Y en cada giro, acariciaba la suya. Y cada vez que me daba la espalda, me derretía. y cada vez que yo giraba, sentía su mirada lasciva clavada en mí tambien.
La noche, lo que quedaba, transcurrió entre besos y mordiscones de labios y mucha piel con piel invadiendo la escena. El baile lo llevó ella. Con lo que me cuesta seguir, la seguí. Admito que un poco me avasalló tanta decisión. Rozarme con la cola, empujarme, mirarme, seducirme, bailar. Pero bueno, también me resultó llamativo y atractivo a la vez.
El beso fue mutuo. En algún momento y por decantación simplemente ocurrió. Labios carnosos, lengua invasiva, pero bien invasiva. No llegaba a ser demasiado pero nunca fue poco. Puedo recordar que su pelo largo se pegaba contra su espalda transpirada y su frente y que a mí me caía una gota de sudor por las mejillas. Podía sentir esa molestia entre tanto placer.
Llegó un momento en que ya perdí a mi amiga, no supe más donde estaba. Aunque ella sabía dónde estaba yo.
El alcohol, su decisión, el ritmo del baile, y la respiración agitada nos fueron llevando a un costado de la zona bailable, justo debajo de una escalera que llevaba al VIP. Nada importó. Nos besamos, nos matamos contra la pared al punto que las manos se metieron por no sé dónde y los gemidos solo se taparon por el sonido ambiente. Sino, hubiéramos sufrido la aplicación del derecho de admisión sin lugar a dudas.
Algunas personas nos miraban, ella me decía, que no importaba, y Bueh. Lentamente, no tanto,comenzó el roce de otras partes que hasta ahora no habían cobrado presencia en la escena. Ella, sin pensarlo ni preguntar, bajó el cierre de mi pantalón y poco disimuladamente tomo mi se×o y lo froto un tanto atolondradamente. Mi cara de sorprendido debe haber sido alevosa, porque un poco se detuvo, pero tras mirar a mi alrededor y ver que nadie nos veía (o eso quise creer), la deje seguir. Yo no la iba a juzgar, si a esa altura y dadas las circunstancias, que podemos pedir? sobriedad? compostura? Al fin de cuentas para llegar ahí, éramos cómplices.
Besé, lamí, chupe contra la negra pared su cuello, su boca, sus pechos hasta donde se podía sin dejarla expuesta y una mano mía también hizo lo propio con ella y comenzo a acariciarla por demás. Pecado de juventud? No lo sé. Pero ninguno de los dos atinó a frenar tal audaz situación.
No hubo protección, recuerdo, tampoco penetración, pero corrí su corta falda, hice a un lado la diminuta tela que separaba las pieles de nuestros se×os y comenzamos un frote de ensueño. Besos van, besos vienen, sus manos tomaron mis glúteos sin importar más nada y me empujaron hacia ella. Podía sentir sin ver cada pedacito de piel de su ardiente vulv4.
-“No entres”- me dijo como súplica sollozante al oído.
-“pero no pares!!!”- prosiguió su pedido.
No creo que eso haya durado mucho, veníamos de roces y besos y caricias y manoseos en plena pista, la excitación al llegar bajo la escalera ya era total por lo que lo que ocurrió allí abajo duró lo que tenía que durar. Mágico, si, pero si hubiera habido una cama....
Sus amigas pasaron justo y nos vieron. Sus risas al verla a pleno conmigo me intimidaron un poco pero lo único que podía detener ese momento hubiera sido un musculoso vestido de negro que nos pida gentilmente que nos retiremos del local. Nada de eso pasó, las amigas siguieron de largo, mi amiga hacía lo propio con el rubio alto y nosotros terminamos con las piernitas flojas tapándonos la boca para que nuestro sonido final no sobrepasara a la música.
Fue todo roce, todo fricción, mi gl4nde empapado entre sus labios a punto ebullición dejo el movimiento cuando a ella la vi casi lagrimear. No sé si fue el alcohol, si ella suele llorar cuando 0rgasmea, no lo sé y nunca lo sabré. Yo no había eyaculado, estuve ahí muy cerca y lo evité por el posible encastre y porque aseguro que todo ese momento fue un enorme y extenso 0rgasmo. Ella me preguntó por eso, y yo le dije que no se preocupara. Nos arreglamos las ropas, salimos de ahí abajo con carita de feliz cumpleaños y nos pasamos los teléfonos con la.esperanza de volver a vernos. En esa época, wasap no existía.
Nos llamamos, ella no podía un día, yo no pude al otro. Pasó el tiempo y sólo tuvimos algunas charlas hot. Luego me puse en pareja y cuando corté la volví a llamar pero ella ya estaba también con una historia y… cosas que pasan. No?
Pero, como canta Rodrigo Bueno, "Cómo olvidarla"?
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