martes, 13 de agosto de 2024

ELLA QUERIA UN TRÍO



Lo veníamos charlando con Caro. Lo nuestro era más una cosa de amistad que, de tanto hablar de sexo, a veces nos calentamos y terminábamos teniéndolo.
Pecados de juventud que le dicen.
Pasaron los meses y cuando lo hacíamos nos decíamos al oído aquellos exabruptos 3rotikos que tendríamos en la cama si hubiera un tercero. O una tercera.
Pero ella quería un falo más. No interesaba mucho la edad o el cuerpo, quería poder sentirse poseída y agasajada por dos varones al mismo tiempo, ser el centro de atención. Poder sentir su vulv4 encendida fuego por el roce al mismo tiempo que saboreaba un gran falo y miraba a los ojos a un otro.

Así, un día, su amante/amigo/chongo (yo, ja) le cumplió su fantasía. Con lo que me cuesta jugar este juego... Creo que supo exactamente a quien confesarle este tan excitante deseo.
Conmigo no había celos, no había posesividad, no había más que risas y muchas ganas. Así que, seleccioné cuidadosamente al posible candidato mediante una página de contactos. Vi sus fotos, su buen tamaño que tantas ganas tenía ella en su fantasía, hasta vi que, el mencionado, tenía un lindo formato de p3n3.
Seamos sinceros, no todo es tamaño (lo mismo pasa con la vulv4). Hay formas o tipos de p3n3 más lindos que otros aun cuando esos otros puedan resultar más grandes. Va en gustos, ja. Creo que elegí uno que a mí me pareció interesante. También hay distintos aromas, sabores, texturas, algunos cabezones, otros muy largos pero finos, etc. etc. etc. Pero eso ya lo descubrís en plena acción. Tema tamaño y forma, en una foto, se podía medianamente imaginar.
Yo le quise dar uno grande y lindo. Recuerdo que era más grande que el mío. Aunque eso no me intimidó o generó mucho. No soy de competir, al contrario, me calentó la idea de verle la cara cuando lo descubra como quien recibe chiche nuevo.
Al fin de cuentas era un pibe como yo. De tés más blanca, pelo castaño, panza chata pero nada marcado. Creo que la misma altura.
En fin. Dos muchachos con ganas de ver a una bella dama desplegar todo su 3rotismo sin vergüenzas y sabiendo que nadie la iba a juzgar.
Un día, le comenté que iba con un amigo al que le hablé de ella. Al principio dudó, Quiso cancelar todo. Pero pude decirle que confiaba en él y que lo que habíamos charlado me dejaba tranquilo. Además, estaba yo para cuidarla de que todo sea bajo su consentimiento y que si en algún momento había que parar, pararíamos.
Finalmente accedió y tras una nueva charla con él, compramos unos ricos vinos tintos y fuimos para su casa. Perfumados y recién bañaditos tocamos el timbre de su precioso PH en Paternal y la esperamos ansiosos.
Se tomó unos minutos, vaya a saber uno haciendo qué...! Y salió... hecha una diosa preparada para la batalla. Si bien simple en cuanto a ropa (zapatillas Topper de lona, una pollerita blanca y una musculosa batik de un diseño hermoso), salió con el pelo mojado humedeciendo la colorida tela, evidentemente sin corpiño y poco maquillaje pero el justo para realzarle aún más los bellos detalles de su cara. Pelo ondulado, castaño también, pestañas largas y curvas, labios apenas pintados o con un color sutil.
Pude ver en la cara de mi compañero (de ahora en más vamos a llamarlo Nahuel) unos evidentes nervios o ansiedad brotando desde su interior más profundo. Ella, por el contrario, evidenció de punta a punta toda su tranquilidad y sus ganas de lo que pronto estaría por llegar.
Eran cerca de las 5 de la tarde de un día sábado primaveral, por lo que nos hizo pasar al living, puso música tranquila, nos sirvió dos cafés y se sentó al lado mío con Nahuel enfrente, mesa ratona de por medio.
El café bajó enseguida y al ratito estábamos tomando el primer vino que nos ayudó a relajar aún más. Ella sonreía, jugaba a seducirnos, todo lo suelta que pudo estar. Al oído me comentaba cosas sobre él (y llenándolo de incógnitas sobre qué me diría), cosas lindas, calentándome, porque a medida que charlábamos todo era aceptación y confirmación de que estaba de acuerdo con mi elección. De repente mi trabajo fue hacerlo sentir cómodo a él, y eso me gustó porque significa que estaba más precavido de no arremeter o hacer sentir sus deseos en demasía. Y eso por lo general, para mí, está bueno. El que viene de afuera, invitado a algo como esto, no puede venir a querer comerse el mundo, de súper langa o... No. Tampoco uno súper retraído o tímido que lo sobrepase nuestra seguridad.
Paso el tiempo, abrimos el vino que quedaba y, siendo ya como las 8 de la noche, después de un suspiro intenso de mi parte y tras mirarla fijo a los ojos pregunté:

-"Y? Como estamos?"-

Ambos exclamaron entusiasmo y se los notaba interesados entre ellos.

-"Vení bolu"- le dije yo. "Sentate acá con nosotros. Te parece Carito?"- .
Y todo detonó.
Él tenía una camisa floreada muy Miami Beach, unos bermudas a tono y ya sin zapatos, ya que los habíamos dejado en la puerta.
Yo, una chomba lisa, color mostaza y una bermuda azul.
Igual, la ropa puesta duró lo que un suspiro. En cuanto se sentó al lado suyo le preguntó si podía besarla y ella aceptó encantada. Primero suave, lento, pero intenso. Recuerdo una mano suya apoyada en mi rodilla, como sin dejarme de lado y al mismo tiempo teniendo el elemento seguridad al lado.
Se dio vuelta y comenzó a besarme a mí, mientras el acariciaba su falda. Me arrodille sobre el sillón mirando hacia ella y la hice besarlo de nuevo, Amé verla excitada. Caliente. Con el corazón que se le salía del pecho. Mientras ellos se besaban ya apasionadamente yo la recorrí con mis manos y labios toso lo que pude.
Voló de repente la camisa floreada y también me quitó mi chomba. Las manos danzaban por debajo de su musculosa sintiendo sus pequeños pechos de endurecidos pezones. Su espalda también quedó al descubierto y la veneré lo mejor que pude. Me encantan las espaldas bellas.

-"Vamos al cuarto?"-. Dijo.

Agarramos las copas, tomamos aire y un poco de vino y nos llevó de la mano como a dos niños entusiasmados. O como a dos perritos, ja. No sé. Estábamos a su merced, y ella a la nuestra.
Yo la acosté boca abajo perpendicular a la cama y retire su pollera exponiendo su espléndido trasero sumergiéndome en el con mi lengua y boca y labios y.... Creo que la bombacha se la arranqué con los dientes y, no, no estoy exagerando.
Ella, así acostada boca abajo lo puso a el de frente a ella y bajando lentamente su bermuda, lo miro a los ojos y comenzó a acariciarle su sexo por sobre el slip azul que tenía. Una bomba esa pi.... perdón, pequeño exabrupto. Una bomba lo que había atrás de ese calzoncillo. Lo agarró con su mano izquierda y casi al mismo tiempo que le quito la ropa interior ya estaba saboreándolo mirándolo y mirándome a los ojos. Sabía que verla me estaba volviendo loco. Y sabía que a Nahuel, lo estaba desinflando como globo pinchado. No sé cómo se mantenía en pie. Yo, desde atrás, posición algo incomoda, quise hacer lo propio pero desde ahí, duré poco. Era más morbo que lo que ella podía estar sintiendo, así que primero intentó sacar cola para ver si yo entraba por ahí atrás, pero luego me hizo un gesto y me llamo. Quería saborearnos a ambos juntos. Me puse al lado de Nahuel y en 2 segundos estaba también desnudo y con ambos en su boca. Si, al mismo tiempo. No sé cuánto duro esa escena pero recuerdo tocarle la vulva y la tenía derretida. Tanto como él y yo estábamos de excitados. Si, directamente proporcional.
Después de un rato tomamos un poco el control, la dimos vuelta y, ahora sí, boca arriba me dedique chupar y chupar como dios manda hasta verle las piernitas temblar.
El tiempo pasó, jugamos, cojimos, él acabo y lo mandamos a comprar otro vino. Nosotros seguimos, a mí me gusta tratar de aguantar. Si hubiéramos acabado ambos, probablemente todo hubiera concluido ahí nomas.
Cuando volvió, y para encender todo de nuevo, le hicimos un masaje a ella. Aceitito, todo. Nada improvisado, eh!
Entrar en detalles explícitos, más de los que entré, le quitaría lo intenso de todo lo contado y la posibilidad de imaginárselo. Lo que sí puedo contar, es que la noche fue larga, que me resulto delicioso hacerle oral mientras el la penetraba (algo que lo que habíamos pensado como que puede ser muy fuerte de sentir) y que verla montarlo hasta cuasi desmayarse arriba de él fue mágico. Luego, claro, se podría decir que se hizo casi todo lo que se podía hacer de a tres en un trío heterosexual. Ja, si llegaba a ser tío bi, nos íbamos el lunes.
Así, en algún momento nos quedamos dormidos pero la cosa continuó el domingo hasta la tarde. Momento en que yo me tenía que ir a la cancha y él, no recuerdo. Pero también debía irse.
En la puerta, y ya sin él, le di un beso largo e intenso y me dijo:

-"Sabes qué? me voy a fumar uno, y si no me duermo como un angelito, me voy a tocar pensando en Uds."-.

Jajaja. Mi amiga, Lástima que no le gusta escribir como a mí. Porque leer esto desde su punto de vista puede ser un elixir de los relatos. Cuando hablábamos siempre nos acordábamos de eso, y lo bien que la pasamos los tres.
Creo que ahora vive en Europa, le perdí el rastro. Pero que delicia compartida. Será secreto de su memoria o anécdota contada de sus picardías de juventud? las contará en francés? Español? Alemán o portugués? Qué se yo. Solo sé que desde ese día puede contar que Ella quería un trío. Y lo tuvo.

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